
¿Lo quieres? Lo tienes
“Emigrar no es la solución a los problemas si, aun saliendo del país, los seguimos llevando con nosotros”
Cuando escuchas o lees “emigración venezolana” lo usual es que al instante venga contenido negativo a tu cabeza. Usualmente suponemos que todo aquel que ha salido de nuestras fronteras es porque la mala situación lo ha obligado. Josmari López no pertenece a ese combo. Sus ganas de recorrer el mundo y aprender otras culturas no nacieron en “revolución”.
En medio de sus estudios como traductora se planteó múltiples veces viajar a otros países a perfeccionar cada idioma aprendido. A propósito de un intercambio académico estuvo en Alemania para luego finalmente echar raíces en la ciudad de Lyon en Francia en el año 2014.
“Sí, París es muy bella pero hay muchas otras cosas que también valen la pena”, dice la originaria de la ciudad primogénita: Cumaná, estado Sucre.
Para ella su motor está en esas ganas de levantarse de la cama cada mañana y sentir que todo lo que hace la lleva a conquistar sus metas. Por ello creó su canal en Youtube “JL en París” con el que ayuda, guía, aconseja e informa a todo aquel que tiene interés en Francia.
Ya suman siete meses desde que decidió emprender este proyecto que la ha llevado a conectar tanto con venezolanos, como con nacionales de otras tierras, quienes agradecen su iniciativa.
“La respuesta ha sido muy positiva y eso me anima mucho a seguir con lo que hago. Ya hay incluso una comunidad de personas que siempre están ahí cuando sale un video y los considero la esencia del canal”, afirma la chica de cabello largo que roba miradas con su sonrisa.
Josmari quiere demostrar, literalmente, que el que quiere puede. Las circunstancias y problemas que puedan surgir al tomar una decisión tan importante, como emigrar, siempre estarán presentes, ya quedará de cada quien elegir y luchar porque ese episodio no se convierta en un drama, sino en una especie de combinación entre acción, comedia y aventura.
¿Qué si extraña Venezuela? Sí, pero no tiene miedo a conocer otras fronteras. Aunque asegura que lo que siempre le hará añorar a su país es el clima. En Francia el invierno aún golpea su cuerpo. Su espíritu se mantiene intacto.
“Emigrar no es la solución a los problemas si, aun saliendo del país, los seguimos llevando con nosotros. El proceso de emigración es bastante difícil y hay que hacerlo de manera responsable. Mi recomendación es quitarse el chip de la viveza criolla e intentar aportar algo de calidad al país que nos recibe”, comunica sin titubeo.
No tiene miedo al qué dirán. No tiene miedo a lo desconocido. No tiene temor a poner en práctica un plan B, C o D si las cosas no salen como quiere. Se podría decir que el único miedo que tiene es a no hacer lo que ama.
Como consejo, a la camada de jóvenes que han decidido emigrar en los últimos años, dice que la humildad y el agradecimiento es la base. Para ella el llegar a imponer costumbres y culturas no es sinónimo de simpatía, por el contrario, el trabajo del emigrante está en adaptarse, no querer que los demás se ajusten a él.
A todos los que tengan planeado salir de Venezuela próximamente les sugiere tomar la decisión con serenidad.
“Lo mejor es elegir bien el país de destino, informarse bien de la situación económica, política y social de ese país. Ponerse en contacto con personas que vivan allá y tener los suficientes ahorros para al menos un par de meses mientras se consigue un empleo. Siempre tener un plan B (si es profesor, puede dar clases particulares o hacer pequeños trabajos) y considerar otros lugares aparte de la capital como lugar de residencia ya que por lo general son las ciudades más caras”, son las palabras más sinceras que puede transmitir a sus paisanos.
Sinaí P.
sinaisinai77@gmail.com